Las diez mejores películas de Nicolas Cage
28 de Abril de 2023 matiasdelamaza
Cuando se habla de Nicolas Cage, no hay puntos medios. Que es el mejor o que es el peor actor de su generación. Que es “el jazzista de la actuación estadounidense”, como dijo David Lynch, o que es una caricatura que apenas puede calificarse de “actor”, como dijo Sean Penn.
Es verdad que su estilo de actuación, bautizado por él mismo como “Neo Chamánico”, es divisivo. Y es un hecho objetivo que ha protagonizado algunas de las mejores, pero también de las peores películas de los últimos 40 años. Pero para quienes disfrutamos de Nicolas Cage en la pantalla grande (o cualquier otro formato), hay algo que rescatar incluso en sus peores traspiés. Y es que rara vez esas películas fracasan por él. Se le podrá acusar de elegir muchas veces mal sus proyectos, pero nunca de no dar todo de sí mismo por su arte. Aunque pueda ser objeto de burlas.
Además, cuando elige bien, vaya que elige bien. Dentro de su extensa filmografía, hay películas y actuaciones inolvidables, con momentos icónicos de la cultura pop, que han ayudado a crear un culto de admiración en torno a su figura. Nadie puede ser indiferente a Nicolas Cage y ese es quizás uno de los mayores logros que pueda conseguir cualquier artista.
A propósito de su más reciente película, Renfield (foto principal), ya en los cines, donde interpreta ni más ni menos que al Conde Drácula, aquí va una selección de sus diez mejores películas.
Por Matías de la Maza.
Educando a Arizona (1987)
El año 1987 fue la consolidación de Nicolas Cage como una estrella certificada de Hollywood. No sólo co-protagonizó la (genial) Hechizo de Luna junto a Cher, sino que colaboró con los Hermanos Coen, entonces realizadores emergentes con apenas una cinta previa, en Educando Arizona. En la cinta, una comedia surrealista, Cage interpreta a un exconvicto casado con una policía (Holly Hunter) que no pueden tener hijos, por lo que deciden robar a uno de los quintillizos de un famoso magnate. Lo que sigue es disparatado, pero es Cage quien mantiene la historia aterrizada en una exploración de la búsqueda de la felicidad y la moral.
Es conocido que el actor no se llevó muy bien con los directores durante el rodaje. Tanto que su muy famoso tío, Francis Ford Coppola, tuvo que convencer a los hermanos de no despedirlo. Años después, Joel Coen describiría a Cage de esta forma: “es más una fuerza de la naturaleza que un actor. No estoy muy inclinado a volver a trabajar con él”. Probablemente no tenía ese sentido, pero la frase suena como a un gran elogio (está en Star+).
La Roca (1996)
La primera mitad de los 90 no fueron buenos para Cage, con una serie de películas de baja taquilla y no bien recibidas. Eso hasta que en 1995 protagonizó Leaving Las Vegas, la cinta que le valió su primer y único Oscar. Fácilmente podría haber tomado el camino de actor de prestigio, pero la segunda parte de la década la dedicó a grandes producciones y a reinventarse como héroe de acción. La Roca fue la primera de las películas que estrenó esa era.
La trama sigue a un especialista químico del FBI (Cage) que debe formar una alianza a regañadientes con un exsoldado (Sean Connery) para detener a un militar en rebeldía (Ed Harris) que toma los turistas de la exprisión de Alcatraz como rehenes, mientras amenaza con lanzar un ataque devastador contra San Francisco. Es la típica trama imposible y algo idiota de las cintas de acción de los 90s (a cargo del rey de las tramas imposibles y algo idiotas, Michael Bay). Pero también es una de las películas más entretenidas de esa década. La química de Cage y Connery es sorprendente, y el guión le permite al actor entregar uno de los mejores y más absurdos diálogos de su carrera, con la ayuda de Elton John (está en Star+).
Contracara (1997)
El peak de la era de acción de Nicolas Cage. Quizás la película más representativa de su carrera. No sólo tiene que actuar de un personaje, sino que también hacer de un policía encarnado por John Travolta, atrapado en el cuerpo de un criminal interpretado por Nicolas Cage. En Contracara todo está lleno vacíos de lógica tremendos, pero también la oportunidad perfecta para que Cage pueda entregarse a dos personajes en uno. Tanto él como Travolta parecieran estar pasando el mejor momento de su vida en cada momento.
Todo eso sin mencionar que la cinta está dirigida por el maestro de la acción John Woo, cuyo sentido del estilo es difícil de igualar. Planos que podrían evocar el ridículo logran ser una obra de arte en las manos del realizador. Sencillamente una joya de acción noventera (está en Star+).
Vidas al Límite (1999)
Al límite del nuevo milenio, Cage regresó al “cine de prestigio” con la que debe ser la película más subvalorada de Martin Scorsese; Vidas al Límite. En esta suerte de secuela espiritual de Taxi Driver, el realizador vuelve a presentar una sórdida visión de las noches neoyorquinas a través de un paramédico insomne y depresivo (Cage), atormentado por las muertes que han marcado su carrera, que realiza tres turnos con tres compañeros muy distintos (interpretados por los grandes John Goodman, Ving Rhames y Tom Sizemore), mientras se involucra con una mujer (Patricia Arquette) cuyo padre se encuentra moribundo en el hospital donde el protagonista trabaja.
La cinta fue un fracaso de taquilla y en ese entonces tibiamente recibida por la crítica, pero el tiempo la ha redimido como una de las joyas ocultas de Scorsese. El director vuelve a abordar temáticas recurrentes de su filmografía, como la culpa y la posibilidad de redención, con un Cage más contenido que de costumbre, demostrando el hombre tiene rango y no es siempre un torbellino de energía (está en Star+).
El Ladrón de Orquídeas (2002)
Si eres uno de los guionistas más excéntricos de Hollywood y quieres contar una de las historias más extrañas que haya lanzado un gran estudio, necesitas un actor que entienda y viva la excentricidad. Es por eso que esta asociación entre Charlie Kaufman y Nicolas Cage, sumando al director Spike Jonze, es electricidad creativa pura.
Cage interpreta a Kaufman mientras se filma su película anterior (Quieres Ser John Malkovich, también dirigida por Jonze), cuando al mismo tiempo lucha con un bloqueo creativo al momento de escribir su próximo guión, una adaptación del libro de no ficción El Ladrón de Orquídeas (cuyos personajes son interpretados de manera metatextual por Meryl Streep y Chris Cooper). Al mismo tiempo, su hermano gemelo (ficticio) Donald (también Cage), quien es mucho más seguro que él a pesar de tener en apariencia menos talento, comienza a tener una carrera meteórica como libretista, con una película ridícula pero más masiva que lo que planea el pobre Charlie.
Es una historia sobre la creatividad versus la presión de Hollywood, con una trama que progresivamente empieza a ceder justamente hacia una dirección mucho más ordinaria de lo que su concepto inicial sugiere, a medida que el mismo Kaufman se da cuenta de lo difícil que es derrotar a la maquinaria fílmica. Tanto el guionista como Cage fueron nominados al Oscar. Ninguno ganó, pero no importa. Crearon una de las películas más creativas del Siglo XXI (se puede arrendar en Apple).
La Leyenda del Tesoro Perdido (2004)
La primera mitad de la década inaugural del nuevo milenio fue el peak del estatus de Nicolas Cage como superestrella. Podía hacer lo que quisiera. Desde seguir haciendo películas de acción, participar de franquicias, trabajar con directores de prestigio, o, como en La Leyenda del Tesoro Perdido, incursionar en el cine familiar.
¿Podía un actor tan… expresivo como Cage ser un héroe carismático en una cinta de aventura? La respuesta fue un contundente sí. Pocas películas del actor logran tal festival de endorfinas como esta colaboración con Disney. Hoy se siente como una cinta que ya no tiene lugar en el Hollywood actual, repleto de superhéroes y franquicias de efectos especiales. La Leyenda del Tesoro Perdido es ligera, graciosa, transversal, muy entretenida y con una cuota necesaria de estupidez. Quizás ya no quedan tantas estrellas que puedan sostener algo así. Por lo menos, nadie que pueda decir “voy a robar la Declaración de Independencia” y que se vea ridículamente cool mientras lo dice (está en Disney+).
Un Policía Corrupto (2009)
Ya para esta época, la fama de Nicolas Cage había decaído y su nombre comenzó a ser asociado principalmente a muy mañas películas (una broma recurrente de Saturday Night Live apuntaba a que el actor quería actuar en cada proyecto cinematográfico que existiera, de ahí su extensa filmografía donde los éxitos escaseaban cada vez más). Pero fue justo en medio de esos tiempos que Cage tuvo la oportunidad de trabajar con otro realizador legendario: el alemán Werner Herzog.
Herzog, conocido justamente por saber manejar actuaciones extremas, le dio carta blanca a Cage para ser lo expresivo (y exagerado) que quisiera. El resultado fue quizás la actuación más desatada del actor desde El beso del Vampiro (1988), como un policía corrupto y drogadicto que a pesar de constantemente violar la ley y ser moralmente reprochable, se sigue saliendo con la suya. Fue un fracaso de taquilla, pero Herzog demostró que Cage cayendo en el cliché de lo que se espera de él puede ser el mejor Nicolas Cage.
Mandy (2018)
En la segunda década del milenio, Nicolas Cage fue informalmente exiliado de Hollywood. Su figura ya no era rentable, sus películas en la mayoría de las ocasiones eran un desastre y muchas de ellas ni siquiera llegaban a la pantalla grande, simplemente directo al formato casero. El mismo actor reconoció que esos años estuvieron marcados por las deudas acumuladas por su extravagante estilo de vida y sus pendientes con los impuestos, lo que lo llevó a aceptar más proyectos de lo común, de dudosa calidad y fuera de los grandes estudios.
Pero llegó 2018. Ese año, entre quienes somos estudiosos de su carrera, marca el inicio de una etapa conocida como el “Cagenacimiento” (Cage + renacimiento). Un período, que se extiende hasta hoy, donde el actor ha privilegiado trabajar con realizadores independientes pero muy creativos, que han sabido conseguir algunas de las mejores actuaciones de su carrera. Y ese Cagenacimiento comenzó con Mandy, una violenta odisea psicodélica de un hombre buscando venganza contra un culto religioso en los años 80. El director canadiense Panos Cosmatos ha explorado en su trabajo el efecto de las drogas como el ácido y el LCD, visual y temáticamente, pero siempre con una advertencia de cómo las realidades que esas sustancias abren pueden ser muy oscuras. En este caso, transforman a Cage en una máquina de brutalidad.
Mandy tiene de todo: visuales increíbles, una banda sonora hipnótica, violencia extrema y una pelea de motosierras como si fuera una batalla de samurais con sus katanas. Todo podría ser un poco demasiado, si no fuera porque, increíblemente, Cage aterriza todo con sentimiento. No necesariamente sentimientos positivos, pero las películas no tienen que ser bonitas (se puede arrendar en Apple y en Google).
Pig (2021)
La trama de Pig, una película que no pasó por los cines chilenos (pero se puede ver en Amazon Prime Video), descrita para alguien que no la ha visto, puede sonar como un John Wick para Nicolas Cage. En resumen: un ermitaño sufre el robo de su querido cerdo buscatrufas e inicia un viaje para enfrentar su pasado, que incluye contactos no muy legales, para recuperarlo. Pero el viaje del protagonista no es un festival de balas ni violencia (fuera de una escena en particular). Es sencillamente el de un hombre plagado de fantasmas, de pocas palabras y que sólo busca recuperar uno de los pocos seres con los que aún mantiene una conexión emocional.
Hay varias cosas sorprendentes de Pig. Primero, que es de un director debutante; Michael Sarnoski, que maneja los matices de la trama como si tuviera una vida de experiencia. Segundo, porque su historia se hubiera prestado fácil para hacer una película sórdida, pero en cambio es una empática y sutil meditación del luto y el arte. Y por último, es quizás la actuación más contenida de Cage. Quizás la mejor de toda su filmografía. Pig es una pequeña joya que es un testimonio del talento de todos los involucrados.
El Precio del Talento (2022)
¿Cómo podía no estar en esta lista la película más Nicolas Cage en la historia de Nicolas Cage? Tanto así que Nicolas Cage INTERPRETA A NICOLAS CAGE. El Precio del Talento podría haber sido un meme hecho película, o incluso una burla hacia el culto que genera el actor. En vez de eso, es una comedia de acción con mucho corazón y una verdadera carta de amor al legado del intérprete. Es también una cinta mucho más ambiciosa de lo que parece; una suerte de El Ladrón de Orquídeas en esteroides en la forma que juega con la metatextualidad.
Pero el alma de la cinta está en el bromance de Cage con el chileno Pedro Pascal. La amistad que nace entre el actor (interpretándose a sí mismo) y un presunto traficante de armas español (Pascal) se siente tan genuina que es contagiosa. Y las habilidades de ambos para la comedia son un regalo para la audiencia. No fue una película muy exitosa, pero más gente debería verla (está también en Amazon Prime Video).