Entrevistas

Doctor Miguel Acevedo y bebidas energéticas: “Son una pequeña bomba”

Pese a su comercialización masiva y lo frecuente de su consumo tanto en contextos sociales como laborales y deportivos, las bebidas energéticas están en entredicho por expertos. Un artículo de La Tercera reunió recientemente a varios médicos advirtiendo de los peligros de este tipo de brebajes, sobre todo en relación a ataques cardíacos repentinos. Por eso, en ‘Qué Hay De Nuevo’ conversamos con el doctor Miguel Acevedo, académico de la facultad de Medicina de la Universidad Mayor. 

Para el experto, hay que siempre ser conscientes de que lo importante aquí no es el producto en sí, sino que la cantidad que se consume:

“Son cosas que están en nuestra dieta cotidiana en nuestra cultura. Como siempre, lo que importa es la dosis. Un viejo alquimista decía ‘la dosis hace el veneno’. Cosas que en ciertas proporciones te pueden hacer muy mal, en otras te puede hacer bien incluso”.

Por supuesto, las bebidas energéticas tienen características particulares que las hacen más dañinas que el común de la norma:

“Aquí tenemos una pequeña bomba que mezcla múltiples estimulantes, como cafeína y taurina, además de cantidades de azúcar bien importantes. Son bastante peligrosas”.

Y eso también corre para las versiones dietéticas:

“Podríamos decir que es menos malo. Cuando tienes 10 cosas que hacen mal, al tener 9 es mejor, pero eso no significa que el producto resultante sea bueno. Aún queda el problema de la cafeína, de la taurina y otros componentes. Hay incluso algunos componentes naturales que no hacen bien. La araña de rincón es natural, pero no la vas a tener de compañera”.

¿Qué se puede hacer? El doctor Acevedo cree que en nuestro país ya hay ejemplos que demuestran buenas estrategias para lidiar con estos productos:

“Lo del etiquetado ha funcionado. Chile es modelo a nivel mundial en ese sentido. Hay que recordar, sí, que estos productos están autorizados. El problema son las dosis: Esto puede ser muy bien tolerado entre muchachos jóvenes entre 20 y 30 años. Pero nosotros vemos con preocupación que estas bebidas son utilizadas por trabajadores mayores, como conductores”.

Lo más peligroso de todo es mezclar energéticas con alcohol, algo que el doctor Acevedo dice que es la peor idea posible:

“La mezcla con alcohol es muy mala. Ambas tienen efecto diurético y deshidratante. Si yo mezclo esto con alcohol, probablemente voy a sentir que no estoy borracho. Si lo mezclo con otros estimulantes, como cocaína, peor aún. Ahí se genera el cóctel perfecto para cosas como una hemorragia cerebral”.

Ahora ¿Por qué se consumen las bebidas energéticas? El académico pide encontrar alternativas saludables:

“No son parte de nuestra alimentación cotidiana, entonces la primera pregunta es ¿Por qué la toman? De seguro para tener más energía, alguna chispa. Ahí la recomendación es descansar y practicar deporte”.