Maya Zilveti nos explicó los resultados del informe PNUD 2024: “Chile ha cambiado transversalmente”
19 de Agosto de 2024 benjaminperez
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile presentó su Informe de Desarrollo Humano 2024, el primero después del estallido social y la pandemia. Este informe destaca las dificultades que enfrenta el país para implementar cambios necesarios, a pesar de las demandas de la ciudadanía y el respaldo de expertos.
El informe revela que un 59% de los encuestados percibe que el país ha empeorado en los últimos años, comparado con el 21% en 2013. Los encuestados atribuyen este estancamiento y deterioro a los liderazgos políticos y empresariales, a quienes se “villaniza” por priorizar sus intereses sobre el bienestar de la población. Además, el estudio subraya el deterioro del tejido social, con la confianza interpersonal en un mínimo histórico del 15% y solo un 22% de participación en organizaciones. También se destaca un aumento del pesimismo sobre el futuro colectivo, con un 29% que cree que la situación del país empeorará.
En entrevista con ‘Qué hay de nuevo’, la coordinadora de investigación PNUD, Maya Zilveti, abordó los grandes resultados de este informe y las oportunidades que se pueden generar tras estos hallazgos.
Para comenzar, Zilveti explicó que “este informe parte de un diagnóstico de un consenso, que es que Chile ha cambiado transversalmente (…) esto no es un diagnóstico externo, sino que lo perciben las personas, donde entienden que el país va empeorando”.
En ese sentido, constató que “el 57% de las personas prefiere cambios graduales, pero si uno lo compara con lo que sucedía hace 10 años atrás, es un aumento de 20 puntos porcentuales”.
En relación a esto último, puntualizó en que “hace 10 años, la ciudadanía prefería cambios rápidos, ahora prefieren cambios graduales y creemos que eso puede ser un aprendizaje producto de los procesos constitucionales recientes”.
Consultada por cómo se encuentra la ciudadanía actualmente, expresó que “han cambiado las emociones, donde predominan las negativas: disminuyó la esperanza, aumentó la preocupación y se quintuplicó el miedo, pero la rabia se mantiene”.
Para culminar, enfatizó que “los movimientos sociales han tenido un rol clave en la posibilidad de instalar demandas en la opinión pública y presionar al sistema político, siendo importantes para el cambio social, pero al vincularse con la política formal, puede obstaculizar la construcción de acuerdos”, agregando que para mejorar esta relación entre élites y ciudadanía “es importante que las primeras sepan leer a la gente, con todos sus matices y ambivalencia. Lo que muestra este informe, es que la ciudadanía demanda cambios que son diversos y eso es clave”.