El polémico megaproyecto que amenaza la astronomía en Chile

La instalación del megaproyecto INNA de AES Andes, destinado a la producción de hidrógeno y amoníaco verde en el desierto de Atacama, ha generado un fuerte rechazo en la comunidad científica y académica chilena. Ubicado a menos de 10 kilómetros del Observatorio Paranal y del futuro telescopio gigante ELT, este complejo industrial de más de 3 mil hectáreas amenaza con alterar las condiciones únicas de los cielos chilenos, esenciales para la investigación astronómica.

Un grupo de 40 científicos, liderados por la astrónoma María Teresa Ruiz, advirtió que la contaminación lumínica, las partículas en suspensión y las alteraciones atmosféricas generadas por el proyecto afectarían gravemente la calidad de las observaciones. A este llamado se sumaron el Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH) y el Consejo de Rectoras y Rectores (CRUCH), quienes recalcaron que no existe una medida de mitigación suficiente para evitar el impacto negativo del proyecto y pidieron su reubicación.

Los expertos enfatizan que Chile posee una ventaja astronómica sin precedentes a nivel mundial, lo que ha permitido descubrimientos como la primera imagen de un exoplaneta y el estudio del agujero negro en el centro de la Vía Láctea. Advierten que la instalación de INNA no solo pondría en riesgo este liderazgo, sino que también haría del país un socio poco confiable en acuerdos internacionales. Pese a reconocer la importancia de avanzar en energías renovables, los científicos insisten en que el desarrollo sustentable no debe comprometer patrimonios únicos como los cielos prístinos de Atacama.

En entrevista con ‘Qué hay de Nuevo’, la coordinadora de Extensión del Departamento de Astronomía U. de Chile y Vicepresidenta de Sochias, Andrea Mejías, se refirió al polémico megaproyecto que amenaza la astronomía en Chile.

Sobre las implicancias que podría tener este proyecto en la astronomía, indicó que “el impacto sobre el observatorio es como si estuviéramos operando con un telescopio 12% más pequeño de lo que es“. Sin embargo, aclaró que pese a las consecuencias no está en contra del proyecto, si no de la ubicación: “No estamos en contra del proyecto, nosotros queremos que se reubique la ubicación actual que se está planeando”.