Claves del triunfo de Donald Trump en Estados Unidos
06 de Noviembre de 2024 ignaciodelamaza
Pese a que las encuestas predecían una votación apretada, para la mañana del miércoles 6 de noviembre, Donald Trump ya había conseguido más de los 270 delegados necesarios para convertirse, nuevamente, en presidente de los Estados Unidos.
El magnate y exmandatario anotó victorias en los estados clave de Georgia, Pensilvania y Wisconsin, territorios que había perdido en 2020 ante Joe Biden, y selló su triunfo frente a la vicepresidenta Kamala Harris. Mientras tanto, su partido Republicano se quedó con mayoría en el Senado, adelantando un control total de su sector por los próximos 4 años. Para sellar el triunfo, se convirtió en el primer integrante de su coalición en además ganar el voto popular por primera vez en 20 años.
El apoyo en zonas rurales
El desempeño de Trump fuera de los centros urbanos fue incluso mejor que los amplios márgenes por los que triunfó en estos territorios en elecciones anteriores. Al iniciar el conteo de votos, quedó claro que el multimillonario estaba aumentando su apoyo en zonas rurales de Carolina Del Norte, Kentucky e Indiana. De forma significativa, las masas que movió en Georgia y Pensilvania le permitieron dar vuelta estados en donde había perdido contra Joe Biden en 2020.
El voto latino
Polémicas como los chistes contra Puerto Rico y la retórica antiinmigración de su campaña no evitaron que Trump arrastrara a una porción significativa del voto latino en estas elecciones. Las encuestas ya predecían que el apoyo al exmandatario entre la población no caucásica iba en aumento, pero de todos modos fue sorpresivo su triunfo en el condado de Miami, con extensa población latina e históricamente un territorio en donde Demócratas contaba con mayor respaldo. En otras zonas de amplia representación latina, como el sur de Texas, Trump también vio su número de votantes aumentar significativamente.
Si Joe Biden obtuvo ⅔ del voto latino en 2020, Harris apenas consiguió poco más de la mitad.
Los demócratas se estancan en los suburbios
Para compensar el voto rural, los Demócratas esperaban no solo contar con el apoyo de las grandes ciudades, sino que también de la población suburbana que en las últimas elecciones había estado inclinándose hacia su sector. Sin embargo, en solo pocos casos Kamala Harris obtuvo mejor desempeño que Joe Biden en los suburbios clave, minando una de las estrategias que barajaba la vicepresidenta para encontrar un camino a la victoria.
El crecimiento de los ‘independientes’
Encuestas de salida ya traían malas noticias para los Demócratas. Según NBC News, solo un 32% de los votantes se identificaron con el oficialismo en esta elección, bajandon de los 37% de hace 4 años. Si bien no es tanto menos que quienes se identifican con Republicanos (34%), el número de votantes que se declaró como ‘independiente’ o ‘algo más’ llegó a su punto más alto en lo que va del siglo (34%). Considerando la cantidad de estados que dio vuelta Trump, se asume que estos independientes o indecisos se inclinaron mayoritariamente por él.
El enojo
La retórica iracunda de Trump resonó en una masa de votantes que no se encuentra feliz con el estado de su país. Según ABC, un 72% de los electores declaró estar enojado o insatisfecho con el presente de los Estados Unidos, versus tan solo un 26% que se mostró satisfecho o entusiasta.
Hombres jóvenes
Todavía faltan datos concretos, pero la apelación de la campaña de Trump a los hombres jóvenes, una masa que tiende a votar poco en Estados Unidos, parece haber funcionado. El magnate había convertido a ese grupo en punto focal de su campaña, y las encuestas demostraban que sus esfuerzos estaban siendo provechosos: Un 59% de los hombres entre 18 y 29 años aseguraron que votarían en esta elección, y los mismos sondeos ubicaban a Trump con un 57% de respaldo en este grupo etario. Múltiples estudios apuntan a que los hombres jóvenes, en especial aquellos sin educación superior, se están volviendo notoriamente más conservadores que las mujeres de su misma edad, incluyendo minorías étnicas.
El factor Biden
En abril de 2024, el actual presidente estadounidense Joe Biden anunció oficialmente que buscaría la reelección. Su determinación preocupó a los simpatizantes del partido Demócrata, que habían presenciado dos años de notorio deterioro cognitivo del mandatario de 81 años. Tras un desastroso desempeño en el primer debate presidencial a finales de junio, Biden se mostró desafiante en su intención de mantenerse en la Casa Blanca, pero presiones de sus propios aliados y resultados paupérrimos en las encuestas lo llevaron a finalmente retirarse de la campaña el 21 de julio.
La vicepresidenta Kamala Harris, fuertemente identificada con el gobierno impopular de Biden, solo tuvo 3 meses para montar una arremetida contra Trump, la cual demostró ser poco exitosa.
La percepción de la economía
Pese a que los datos económicos en Estados Unidos han mostrado una notoria mejoría, con los precios subiendo solo un 2,1% en septiembre de este año en comparación al 2023 y la economía creciendo 2,8% en el último cuatrimestre, la percepción ciudadana sobre estos indicadores sigue siendo negativa. Según el New York Times, un 75% de los estadounidenses considera que la economía está en mal estado. Coincidentemente, según NBC News, un 31% aseguró que la economía es el factor más importante a la hora de votar. El mismo sondeo asegura que la mayoría identificaba la economía como el punto más fuerte de Trump.
¿Qué viene ahora?
Durante su campaña, Trump basó sus promesas en una dura política migratoria, amenazando incluso con deportar a extranjeros legales en Estados Unidos, además de mostrarse contrario en derechos para disidencias sexuales. A cambio, ha expresado deseo de masivos cortes de impuestos, de convertir instituciones federales en partidistas y de obtener ‘retribución’ contra sus rivales políticos, incluyendo el gobierno saliente, la prensa, las cortes que lo han declarado culpables de múltiples delitos y Republicanos que no lo apoyaron en su campaña.
Al tener mayoría en el Senado, la Cámara de Representantes y la Corte Suprema, es probable que encuentre poca oposición para sus deseos en su segundo mandato.